Los tres conceptos que configuran el título escogido ofrecen, desde la literalidad, toda la información que podemos necesitar para situarnos ante esta instalación escultórica. Para empezar, tenemos el “auca”, una referencia culturalmente vinculada a Catalunya que, mediante un símil preciso – el auca d’arts i oficis – aúna arte y artesanía para anunciarnos una metodología narrativa. A continuación, Granada nos marca el contexto y nos delimita la ubicación. Por último, la especificación entre paréntesis – el verdadero título – nos desvela el movimiento continuo, reivindicando así una condición performativa que parece erigirse en hilo conductor del proyecto. 

Mònica Planes nos ofrece aquí un auca objetual que incide de un modo particular en cuatro estilos arquitectónicos representativos de Granada. Escogidos por la artista tras analizarlos y recorrerlos en uno de sus viajes a la ciudad, las cuatro arquitecturas sintetizan una parte importante de la historia de la ciudad: el Bañuelo de etapa zirí (siglo XI), la Alcazaba de la Alhambra del periodo nazarí (siglo XIII), la Casa Horno de Oro de época morisca (Siglo XV) y, por último, el Palacio Carvajal, edificio manierista fechado entre los siglos XVI y XVII. 

En definitiva, vemos como la experiencia directa de cada arquitectura es el motivo que lleva a la artista a establecer un conjunto de relaciones fortuitas entre la cerámica y algunos materiales significativos para la construcción y posterior evolución de los edificios seleccionados. En su instalación, cada uno de estos espacios será representado por un cuerpo de cerámica torneada dividido en dos partes: una base y una cubierta. Precisamente, será justo esa zona de fricción entre ambas piezas donde la artista decide añadir el material que facilitará o sustentará la unión entre ellas. Por distintos, la cerámica convivirá con el cemento, el yeso, la madera y el hierro. 

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David Armengol

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PDF Auca de Granada (en quatre portes giratòries), David Armengol